1.10.07

No todo lo que reluce es oro


Parece que quedan algunas cosas por ajustar en el negocio de la telefonía por Internet. La semana pasada la operadora Vonage entró en crisis luego de la sentencia en contra vinculada con la demanda de Sprint Nextel, y ahora le tocó el turno a Skype.
Acaba de renunciar uno de sus fundadores, el sueco Niklas Zennstrom -o mejor dicho lo renunció la junta de eBay-, descontenta con la pérdida de valor de la compañía.
Lo llamativo del asunto es que no se trata de un ejecutivo cualquiera.
Junto al danés Janus Friis, habían fundado Kazaa en 2001, luego armaron Skype en 2003 que vendieron a eBay a fines de 2005 en US$ 2.600 millones.
La última aventura fue a principios de año, cuando lanzaron Joost, el servicio de televisión por Internet que eclipsó el auge de Youtube y captó la atención de medio Hollywood.
Por lo tanto, no es apresurado decir que estos dos señores son una máquina de generar negocios millonarios. ¿O habría que decir negocios efímeros?

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