El Rock & Roll de Cristina

En lo que constituye todo un record a nivel local, la presidenta Cristina Fernández inauguró por tercera vez las oficinas de Google en la Argentina. La primera había sido en abril de 2007, ocasión para la que viajó Erich Schmidt y que Larry Page aprovechó para visitar a la Presidenta en su residencia de El Calafate. La segunda, hace poco menos de un mes, para periodistas, y la semana pasada cuando la funcionaria -sólo con la prensa invitada por presidencia- las reinauguró una vez más.

En su discurso mechó varios temas sin demasiada conexión entre sí, como el de las industrias culturales, los derechos humanos, la democratización de los medios y el derecho de acceso a la información, en los que no profundizó demasiado.

En el breve e improvisado discurso cometió algunos errores y realizó algunas comparaciones curiosas, tal vez motivo de otro tipo de análisis. Uno de ellos, el más superficial, fue señalar a Bill Gates como el hombre mas rico del mundo, omitiendo a Warren Buffet y al mexicano Carlos Slim que lo preceden en el ranking- para señalar que "Siempre la generación de la riqueza estuvo ligada a quien tenía algo más que el oro, más oro o más tierra. Por primera vez, a fines del siglo XX, un hombre es el más rico del mundo porque tuvo más inteligencia y más conocimiento".

De paso, acuñó un nuevo slogan del que seguramente el mercado empezará a hablar de ahora en más: El efecto Rock&Roll, en realidad mencionado por el responsable de la operación local de Google, Gonzalo Alonso, y al que suscribió la presidenta: "Empresas, optimismo y para adelante que la Argentina vale la pena", arengó para cerrar su presentación.